Hola,
Llevo ya un tiempo con cierta sensación de desconfianza hacia el contenido digital. He adquirido el hábito de tener la mosca detrás de la oreja en todo momento en internet.
Hoy quería hablar sobre eso y concretamente sobre el papel que la IA va a jugar en ello. Como hablaré de sensaciones, he preferido poner más ejemplos a filosofar menos sobre el asunto (o no mucho al menos).
Espero que os guste.
Muchos creadores de contenido intentan “copiar” cosas de otros creadores de contenido. Es fácil encontrar múltiples canales en plataformas como YouTube replicando el formato "reaccionando a", donde se observa y comenta contenido de otros creadores, lo que genera una proliferación de estilos similares. En el ámbito de las redes sociales, algunos influencers calcan estrategias exitosas, como desafíos virales o formatos de video, lo que contribuye a la falta de diversidad en las propuestas. En un mundo en el que la originalidad se penaliza, sólo se confía en lo que ya funciona (nada nuevo, lo que pasa en el cine con las secuelas). Eso hace que llegue un punto en que muchos se parezcan. Hasta ahí bien (mal en realidad).
Hace unas semana leía una noticia que me llamó la atención. La noticia era sobre una demanda presentada por una creadora de contenido hacia otra creadora. Ambas son influencers de Amazon, se dedican a hacer reseñas de productos de Amazon. Una demanda a la otra por copiar su estilo (la acusación concreta es “infracción de copyright, interferencia con relaciones comerciales y uso no autorizado de su imagen“). El hecho es que se parecen tanto que una de ellas ha decidido demandar a la otra.
Y no puedo dejar de pensar que es una guerra entre perdedores. Y digo que es una guerra entre perdedores porque si tu estilo se puede imitar tienes los días contados con la IA generativa en plena ebullición.
La próxima vez que veas un anuncio de MrBeast, pregúntate si es realmente él o una IA, ya que ha denunciado el uso no autorizado de su imagen en anuncios. Aquí hay cuestiones legales y éticas a tener en cuenta. La protección de los derechos de imagen garantiza que una persona pueda controlar cómo se utiliza su identidad visual. Por no hablar de las implicaciones éticas de engañar al público mediante contenidos que imitan a personas reales. Este tipo de prácticas, que cada vez veremos con más frecuencia, afecta a la reputación de los influencers y pone en riesgo la confianza del público en medios digitales.
Y no es el único, otros influencers están pasando por lo mismo: Jeff Geerling, Scarlett Johansson, Kylie Jener, Taylor Swift, Tom Hanks… A algunos les clonan la voz, a otros la imagen y a otros ambas.
La tecnología está al alcance de cualquiera. No es extraño que este tipo de cosas pasen en las redes sociales con los influencers cuando ya hace tiempo que es algo posible entre anónimos. El clonado de voz se está usando para estafar a personas en internet a día de hoy. No es ninguna novedad.
Estos días navideños estamos viendo darse abrazos a políticos españoles.
También Madonna se ha paseado por X en pose cariñosa con el Papa Francisco. Y es que es tan fácil crear imágenes de este tipo como conectarse a X y usar la IA (Grok) que Elon Musk ha liberado para que cualquiera pueda crear lo que quiera con ella.
De momento Grok sólo crea imágenes, vídeos aún no, pero hasta hay apps especializadas en crear animaciones de besos a partir de una imagen. Es fácil.
La verdad es que en las appstores hay apps de IA para aburrir, hay una que te hace el cover de cualquier canción que le des (una versión alternativa) con tu propia voz (te clona tu voz y la pone en la pista de audio en lugar de la original).
Los smartphones ya están incorporando IA para la modificación de las imágenes que tomamos. Samsung y Google, Apple por detrás mucho más centrada en la IA generativa de texto.
También los ordenadores personales están incorporando IA de serie. La IA vende y será normal verla en anuncios de cualquier cosa que tenga tecnología de aquí en adelante (la próxima nevera de Samsung tiene IA).
El algoritmo de vídeo de Google, Veo 2, permite hacer vídeos muy creíbles (a falta de sonido, todavía) de videoblogs de viajes, de comida, de deporte…
La clave está en la facilidad con la que se pueden hacer todas estas cosas fantásticas. Cuanto más fácil sea, más contenido veremos en internet. Es como cuando el móvil se pasó a llamar smartphone y dispuso de una cámara de fotos: todo el mundo empezó a subir fotos a la red.
Internet, lo queramos o no, se va a llenar de material hecho con IA. Esta saturación no sólo dificultará encontrar contenido real (auténtico) y relevante, sino que también cambiará la percepción del público hacia una desconfianza generalizada en lo que consumen en línea. Tenemos múltiples ejemplos de que ya está siendo una realidad: ya aparecen resultados de IA para imágenes para según qué búsquedas, también las redes sociales (con historias o imágenes creadas por IA con el objetivo de obtener likes), en las redes de vídeo como Instagram o Tiktok (vídeos de Got Talent hechos con IA hasta en la sopa o de cuentas de material sugerente de mujeres IA). Incluso se usa la IA en Onlyfans para responder a los DM de forma automática.
Las propias plataformas serán generadoras de contenido IA, no solo los usuarios. Facebook tiene previsto incorporar usuarios IA a sus redes (que actuarán, cómo no, para retenernos más tiempo en la plataforma). Es el heaven banning del que hablé en el envío anterior.
Spotify está también rellenando las listas de reproducción con canciones generadas con IA para no tener que repartir tanto entre autores humanos. Esto afectará a la industria musical, ya que fomenta un ecosistema donde las plataformas tecnológicas tienen un control aún mayor sobre la distribución y el consumo de música, lo que podría desplazar a los artistas independientes y dificultar la diversidad cultural en el panorama musical. Se mantiene al usuario en la plataforma a un menor coste. Esto da para hablar en otro envío.
Disney y NBA han llegado a un acuerdo y estas navidades se ha podido ver el partido de los Nicks contra los Spurs protagonizado en tiempo real por personajes de Disney. Ya se puede decir aquello de “No todos los que vieron el partido vieron el mismo partido” porque será literalmente cierto.
Otro punto que creía que iba a durar más es el hecho de que la IA tuviera un estilo reconocible. Algunos creadores hacen parodias de IA en redes sociales, vídeos sin IA que parecen haber sido hechos con IA. La IA sin IA.
No solo los fallos de la IA son el estilo IA, hay algo más… los cortes de vídeo, lo recargado, la calidad de imagen, los filtros... Tanto es así que cosas como el último anuncio de jaguar o el vídeo del 125 años del barça me parecen tan IA como la propia IA. También el último videoclip de Kim Kardashian.
He llegado a ese punto en que ya no me creo lo que veo. Hace un par de días que ví un tweet con el vídeo de Lamin Yamal comiendo carne con Salt Bae. Estoy seguro de que es real, pero es el tipo de vídeo que ya no te vas a creer en 2025.
No creo que nadie se tomara en serio este tweet de la Guardia Civil del 28 de diciembre, pero quien sabe.
Cuando lo real parece falso y lo falso real se hace más necesario que nunca un garante de la credibilidad. Los medios deberían tener un papel importante en este desapego de lo digital. Es muy probable que el nivel de saturación se eleve aún más de lo que ya estaba. La facilidad con la que se puede crear contenido es fabulosa, pero es posible que internet no pueda soportarlo.
¿Volveremos a lo físico? ¿Se le dará más valor a un libro físico de una editorial que a un diario digital o un libro digital? ¿Se le dará más valor a un concierto que un audio de Spotify? ¿Evolucionaremos hacia una “ceguera” hacia este tipo de contenido, tal y como hemos llegado a tenerla con los banners o anuncios en internet?
Puede que sea la novedad. Yo ya hace tiempo que no hago fotos y las subo, pero no creo que pase lo mismo con la IA ni con todo el mundo, porque siempre habrá alguien que querrá más likes. Seguramente, como pasó con los blogs, cuando todo el mundo pueda crear imágenes acojonantes y vídeos alucinantes ya no nos llamarán la atención.
Quizás la evolución será más introspectiva. ¿Hacia el ocio personal? ¿En qué lugar queda el vídeo profesional? ¿Corre peligro el cine y la televisión?
No tengo ni idea de lo que pasará, lo que es seguro es que pronto lo veremos.
Navidad. Este será el único off-topic de la newsletter :-) Me topé el otro día con una felicitación navideña muy chula. De las que te hacen salir del algoritmo y estar un buen rato en el mundo real. No se puede comprar, tienes que hacer tu propia placa y montar y soldar componentes. Es muy bonita. Vía.
Marketing. El UGC (el User Generated Content) solía ser un arma poderosa para el marketing. Internet está plagado de vídeos verticales con usuarios recomendando productos o servicios. Algunos están clasificados como anuncios, otros no. También la IA ha llegado a este nicho. Los AI actors son capaces de leer cualquier guión para hacer creíble cualquier venta. Hay aplicaciones y tutoriales (ojo a éste que habla paradójicamente de crear UGC reales con IA) en internet que explican cómo hacerlo. La recomendación de tu amigo (físico) va a ser cada vez más relevante.
Música. La ia generativa de imagen se ha ido perfeccionando con el paso de los meses, desde aquella primitiva versión de Dall-e. Ahora hay muchos algoritmos de generación de imagen, varios opensource y con versiones denominadas “turbo“ que permiten generación de imagen en tiempo real (a costa de pérdida de calidad). El grupo de música metal Bring Me the Horizon lleva a sus conciertos la ia generativa de imagen para generar imágenes alternativas de los cantantes durante el concierto. Es como cuando usas un filtro para instagram, pero en modo salvaje. Vía.
Hoy se… ve cine que imaginó el hoy
S1m0ne es una de esas películas olvidadas del cine. No es una obra maestra pero tiene muchas cosas que hoy en día dicen más de lo que decían hace 23 años (la película es del 2002). La vi hace mucho, pero he querido volver a verla hace poco. Algunos puntos me han interesado y quería comentarlos para ver si os pica la curiosidad de verla o recordarla al menos.
S1m0ne no es humana es una creación fruto del trabajo de un científico que busca eliminar a los actores caprichosos para que el director pueda hacer su arte. El director está protagonizado por Al Pacino, y hace el papel de un creador alejado de las películas taquilleras, de un hombre preocupado por que su hija pasa muchas horas delante del ordenador.
Pero S1m0ne no es una simulación, no es una IA. Sólo es un renderizado que habla por boca del director (Al Pacino).
Es curioso ver a Pacino hablar consigo mismo durante algunas partes de la película, en una suerte de conversación autoreflexiva (no sé si en algo así se acabarán convirtiendo los chatbots de IA).
La necesidad del director de tener un actor obediente acaba por generar casi la misma relación autodestructiva en él. Porque la gente acaba queriendo ver a S1m0ne, quieren verla en persona, físicamente. Algo irreal que acaba convirtiéndose en real.
La estética recuerda mucho a la obra maestra Gattaca. Y es que está dirigida por el mismo director, Andrew Niccol. Es inevitable relacionar a ambas al ver algunos planos y el uso del color.
Termino con las primeras palabras de S1m0ne, pronunciadas en realidad por el propio director (recordemos que S1m0ne es una carcasa sin cerebro).
Viktor Taransky (Al Pacino): “Nuestra capacidad de confeccionar un fraude ahora supera a nuestra capacidad de detectarlo“
S1M0NE (Rachel Roberts): “Soy la muerte de lo real“
Despedida y cierre
Este iba a ser el último envío del año pero se ha convertido en el primero de un nuevo año. Feliz año nuevo a todos.
Si os ha gustado asentid.
Una tesis que me gusta es que la IA ha democratizado la posibilidad de generar "verdades" e ilusiones. Antes, esa capacidad estaba únicamente en manos de instituciones poderosas (prensa, gobiernos, iglesias) e individuos privilegiados (artistas, músicos, diseñadores). Ahora, cualquiera, con mucho menos esfuerzo, puede crear y viralizar esas "nuevas realidades". Lo veo algo positivo. Cuanta más diversidad, mejor.