Hola,
Hoy toca una breve reseña de otro libro de Byung-Chul Han que me leí este año. Más que una reseña al uso es una excusa para tomar cosas que me han llamado la atención al leerlo y relacionarlas con otras cosas que me vinieron a la cabeza al leer el libro. El resto de la estructura de la newsletter se mantiene intentando seguir el hilo del tema principal.
Espero que os guste.
Empezamos con una cita del libro (las negritas son mías):
“En el futuro habrá, posiblemente, una profesión que se llamará oyente. A cambio de pago, el oyente escuchará a otro atendiendo a lo que dice. Acudiremos al oyente porque, aparte de él, apenas quedará nadie más que nos escuche. Hoy perdemos cada vez más la capacidad de escuchar. Lo que hace difícil escuchar es sobre todo la creciente focalización en el ego, el progresivo narcisismo de la sociedad. Narciso no responde a la amorosa voz de la ninfa Eco, que en realidad sería la voz del otro. Así es como se degrada hasta convertirse en repetición de la voz propia.”
El libro es un libro corto, como de costumbre en este filósofo, pero toca algunas ideas interesantes.
La principal idea que plantea es la que hace referencia al título: la tendencia de que lo distinto desaparezca de los medios (sociales o no) y, como consecuencia, de nuestra vida cotidiana. Esto afecta nuestra percepción al limitar la diversidad de ideas, opiniones y experiencias a las que estamos expuestos, reduciendo nuestras interacciones a un ámbito uniforme que refuerza creencias preexistentes y restringe nuestra capacidad para empatizar con perspectivas diferentes.
No hace referencia específica a ellos, pero cuando habla de la expulsión de lo distinto imagino que también está hablando de cómo los algoritmos crean una burbuja en la que solo vemos lo que el algoritmo cree que nos gusta ver. Nos quita aquellas opiniones que no son como la nuestra o los contenidos que decide que nos puedan incomodar.
El modelo probabilístico de los algoritmos proponen lo más probable. Se eliminan los outliners, los valores poco probables. Se elimina lo distinto por infrecuente. Su uso apoya una normalización, que si bien puede ser algo positivo, a la larga no lo es. Eso sí, el criterio para diferenciarlo sigue siendo del humano, de la persona concreta, del individuo. Eso es lo que debemos cultivar. Lo que nos permitirá evitar la uniformidad.
Hace referencia a cómo esto, y la propia vida digital está haciendo menos profunda nuestra vida, menos rica.
“La comunicación digital es muy pobre de mirada y de voz. Los enlaces y las interconexiones se entablan sin mirada ni voz. En eso se diferencian de las relaciones y los encuentros, que requieren de la voz y de la mirada. Es más, son experiencias especiales de la voz y de la mirada. Son experiencias corporales.
El medio digital resulta descorporalizador. Priva a la voz de su aspereza o de su «grano», de su corporalidad, es más, de la profundidad de sus concavidades, de sus músculos, mucosas y cartílagos. La voz es tersada. Se vuelve transparente en cuanto al significado.”
Otro ejemplo de algoritmos que tamizan lo que vemos lo tenemos también en los algoritmos de recomendación de plataformas como Netflix que recomiendan series que suelen ser parecidas. Todas las series se parecen y ninguna es memorable precisamente por eso. A menudo es común aburrirse viendo las series, nada llama nuestra atención. Se produce en nosotros un efecto al consumir contenidos que explica muy bien este meme:
Me topé con corte del crítico Carlos Boyero en el podcast de Jordi Wild con el que me identifico. El cine hace tiempo que no me sorprende tanto como lo hacía antes. Yo creo que se rueda de otra forma, no solo los temas sino el enfoque. Hay ciertas películas que no se podrían rodar hoy en día tal y como se rodaron entonces.
Quizás el problema sea la abundancia (que también menciona Boyero). Recuerdo cuando de adolescente (cuando no había plataformas de internet) íbamos al cine a ver una película (a veces en sesión doble, ibas a ver una película con otra que no habías elegido). La veías porque habías dedicado un tiempo a ir al cine, fuese mala o buena, ahora nadie ve nada si no le gusta los primeros 10 minutos. Volvemos al tema de lo distinto. Si una película no nos gusta en los primeros 10 minutos… vemos la siguiente. Por eso ahora las películas empiezan (casi todas) con 10 minutos de acción o trama (para que no dejes la película cuando la escojas en Netflix si no te acaba de enganchar).
Por eso el mundo físico siempre será mejor que el digital, el papel, las salas de cine, los conciertos de música, el teatro, son cosas que experimentamos con tiempo, son apuestas frente a la facilidad del mundo digital. Son más memorables, más profundas.
Puede que el arte se vuelva cada vez más físico. Quién no ha pensado al ver la obra de la banana en la pared (del artista conceptual Maurizio Cattelan) que eso lo podía hacer cualquiera, que eso no era arte. Lo mismo puede llegar a pasar si crear una obra resulta ser tan fácil como escribir un prompt en un ordenador. No es tan fácil crear algo físico, una acuarela de verdad, un óleo, una escultura de verdad, ¿el esfuerzo tendrá más premio en la era de los algoritmos de inteligencia artificial?
Escuchando el otro día un podcast me enteré del caso de L’Alter de Vorasenda, un espacio agrícola que es a la vez comunidad. Lo curioso es que no envían a domicilio, debes ir a recoger tu pedido allí. Es una forma de dar mayor valor a las cosas, valoras más lo que te pide un esfuerzo adicional, un compromiso. Es a lo que yo creo que se refiere Byung-chul Han.
Quizás el futuro de internet pase por lo local, o por lo físico de alguna forma, por lo pequeño.
Otro ejemplo de esto es la red social USB Club (que conocí a través de la newsletter de
) que se basa en compartir archivos y que empieza por algo físico, la adquisición de un dispositivo USB de almacenaje donde se guardan los archivos que comparte tu comunidad dentro de la red.La idea de no rehuir de lo distinto sino acogerlo para poder aprender de todo, de lo bueno y de lo malo. No quedarse con lo fácil, con las cosas que sabemos que nos gustan. Alimentar a nuestro cerebro de cosas diferentes, distintas, que de alguna manera nos obliguen a alimentar nuestro punto de vista.
Si solo vemos y escuchamos lo que sabemos que nos gusta, si sólo aprendemos lo que es fácil de aprender. Busquemos cosas difíciles de hacer que diría Casey Neistat.
Pero volvamos al concepto de oyente del principio de esta newsletter porque creo que es algo que podemos ligar con varias cosas.
Podemos ligarlo de forma directa con la atención, que en marketing suele conocerse como “el bien más preciado del mundo”. Algo que en el fondo debemos asociar al tiempo, pero que aquí se refiere al tiempo que dedicamos a la hora de aprender, mirar, leer, ver, disfrutar,… en el fondo vivir.
La otra cosa que me vino a la cabeza tiene que ver con la inteligencia artificial. La importancia de la atención la conocen bien los creadores de la tecnología detrás de los transformers, presente en la mayoría de los LLM’s que ahora campan por internet, los ChatGPT, Claude o Gemini de turno. Todo lo empezó aquel paper de 2017, “Attention is all you need“, donde se explicaba la relación de las palabras de una frase constituyen relaciones en función del nivel de atención de unas palabras con otras. Los algoritmos de nuevo.
Termino ya con otra cita ligada con la del inicio de este texto. Y que sirva como un recordatorio de que un futuro mejor depende de nuestra capacidad para conectar con los demás y para valorar el tiempo y las experiencias compartidas, lejos de la lógica de la producción y la uniformidad.
“La alborotadora sociedad del cansancio es sorda. A diferencia de ella, la sociedad venidera podría llamarse una sociedad de los oyentes y de los que atienden. Hoy es necesaria una revolución temporal que haga que comience un tiempo totalmente distinto. Se trata de redescubrir el tiempo del otro. La actual crisis temporal no es la aceleración, sino la totalización del tiempo del yo. El tiempo del otro no se somete a la lógica del incremento del rendimiento y la eficiencia, la cual genera una presión para acelerar. La política temporal neoliberal elimina el tiempo del otro, que por sí mismo sería un tiempo improductivo. La totalización del tiempo del yo viene acompañada de la totalización de la producción, que hoy abarca todos los ámbitos vitales y conduce a una explotación total del hombre. La política temporal neoliberal elimina también el tiempo de la fiesta, el sublime tiempo nupcial, que no se somete a la lógica de la producción. Conduce a la eliminación de la producción. A diferencia del tiempo del yo, que nos aísla y nos individualiza, el tiempo del otro crea una comunidad. Por eso es un tiempo bueno.”
Diccionario. Hay una término que oí que tiene relación con el tema de hoy: heaven banning. Se refiere a un nuevo bloqueo que quizás podríamos llegar a ver en algunas plataformas sociales que consiste en la aparición de bots de inteligencia artificial que te dan la razón o que dicen lo que quieres escuchar cuando publicas. Supongo que es automatizar lo de “dale la razón para que se calle“. Vía.
Juego. Un juego para que salgáis del algoritmo. Se puede acabar en menos de 30 minutos. Se trata de un minijuego que ha hecho Lucas Pope, desarrollador de videojuegos independiente (autor de los juegazos “Papers Please” y “Return of The Obra Dinn”). Por si queréis pasar un rato nostálgico. El juego se llama Moida Mansion y se puede jugar gratuitamente online. No os perdáis las instrucciones en formato fotocopia :-)
Newsletter. La recomendación de hoy no podría ser otra que la de
que invita a escapar del algoritmo y a buscar la cara más humana de internet.Hoy se… explora
La intención de esta sección hoy es la de haceros salir de casa a explorar la gran ciudad en la que vivís, a escapar del algoritmo.
En octubre de 2012 un tal Aram Bartholl creó un proyecto artístico basado en la instalación de dispositivos USB (les llaman Dead Drops) en espacios públicos. En estos dispositivos la gente podía intercambiar archivos con otra gente.
A día de hoy, pasados 12 años, la comunidad alrededor de este proyecto sigue viva y con 2330 dispositivos colocados en sitios públicos alrededor del mundo. Hay una base de datos para que puedas buscar el más cercano a donde estés. Si hay alguno cerca de ti quizás quieras darte un paseo para ver si sigue ahí (no hace falta que te conectes si no quieres, eso ya sería una aventura doble).
Despedida y cierre
Las semanas pasan volando cuando nos acercamos a las navidades. Espero que paséis unas muy felices fiestas. Quizás pueda volver a publicar antes de terminar el año, si no fuera así esta serían mis felicitaciones de final de año.
Espero que os haya gustado el envío de hoy. Si os ha gustado, asentid.