La pirámide de contenidos
Creadores que crean a partir de otros para atraer audiencias ajenas.
Cada día es más difícil encontrar contenido original, esto vale para cualquier formato o red social. Se acentúa en redes de contenido de vídeo, más exigentes, como Youtube, Instagram, TikTok o Twitch en las que la publicación continuada es premiada por la audiencia y la plataforma.
Hoy quería hacer un repaso a esos formatos que vemos una y otra vez y que son parte de una pirámide de contenidos, en la que encontramos al contenido primigenio en la cúspide y a las múltiples derivadas (se podría decir que son obra derivada a efectos legales) en los niveles inferiores.
Los que comentan otros vídeos
Estos son los que publican con el vídeo original, ya sea a media pantalla o transicionando, y lo comentan. Este tipo de publicaciones son una derivada clara. La clave es aportar algo. Los hay que comentan vídeos de hacks y los hay que hacen humor. Uno de los casos más conocidos de este tipo de contenido es el humorista Daniel Fernández, que ha conseguido formarse una audiencia a partir este tipo de contenido (ahora que tiene audiencia hace más contenido original).
Daniel comenta también episodios de First Dates en su canal de twitch. Arriba de la pirámide están también los medios tradicionales. Los que están arriba de la pirámide tienen en común que disfrutan de una gran audiencia.
Los que comentan otros vídeos de los que comentan otros vídeos
Una derivada de los que comentan los vídeos de otros es comentar el vídeo del comentario del vídeo. La moda del “reaccionando a” se nos está yendo de las manos.
Esto me hace pensar en algo que merece la pena recordar. Flashback al canto.
Las funcionalidades en las plataformas vienen y van. Hace muchos años que se eliminó en Youtube la opción de responder con un vídeo en los comentarios de los vídeos.
Sin embargo, en TikTok se permite comentar con un vídeo, e incluso en Youtube ha vuelto más o menos la funcionalidad permitiendo contestar con Shorts a los vídeos en iPhone.
La naturaleza se abre paso. Si quitas una funcionalidad, los usuarios se buscan la vida. La videoreacción se abre paso.
Pero sigamos. Existe la posibilidad de que alguien quiera reaccionar a una reacción. Es algo menos frecuente ya que es un nivel de complejidad superior, pero hay ejemplos.
Un ejemplo de ello es el vídeo que hizo Ibai sobre su cambio físico.
Ibai mueve masas y eso hace más probable que genere obra derivada. A raíz del vídeo salieron múltiples reacciones y respuestas en vídeo. Destaco esta.
Que a su vez forma parte de otro contenido derivado, algo que busca más viralidad (formato Shorts) pero en la misma red Youtube.
Esto tiene cierto sentido si se aporta, sino es contenido de baja calidad.
Y ojo, que no continuo con la categoría de los que reaccionan a reacciones de reacciones porque no acabaríamos, pero haberlas haylas.
—David, David, y que pasa si esto sucede en tiempo real, en directo.
Hombre. Hace tiempo que no aparecías en la newsletter. Te responderé. Si pasa esto se rompe internet. Ok, no se rompe pero no es una experiencia agradable. A veces lo hacen para hacer la gracia, pero es como jugar al teléfono escacharrado en una partida con 60.000 jugadores mirando y escuchando.
Los que hacen un “remake”
Hay gente que hace su versión de otros contenidos de terceros. No es contenido original ya que están copiando una idea, pero por lo menos se les tiene que agradecer el esfuerzo. Y siempre está la opción de mejorar al original.
Al hacer este contenido se suele aprovechar el sonido y sólo se genera imagen nueva para el vídeo (como ejemplo, la muda parlante). Pero veremos un par de ejemplos (original y copia) en los que se hace todo de nuevo, imagen y sonido,
El de “has olvidado el móvil“.
Y el de la pizza equivocada.
Enable 3rd party cookies or use another browser
Y con este último ejemplo aprovecho para volver a traer el concepto de reacción, los que hacen contenido del contenido de otros. TikTok es posiblemente el lugar donde es más fácil hacer esto ya que existe la funcionalidad de Dúo que permite generar un vídeo a pantalla compartida a partir de otro vídeo. Solo hace falta echar un ojo a los vídeos que usan el audio del ejemplo de la broma de la pizza para ilustrar de nuevo lo de la reacción de reacción de reacción…
Los ladrones de caras y voces
Esto es contenido que ahora se está haciendo y que de alguna forma va un paso más allá. Todavía no se esté actuando sobre ellos, pero es algo que esté en ese limbo de creación con IA en el que actores y artistas están un poco al descubierto. En este caso los de arriba de la pirámide no son creadores de contenido ni medios, pero tienen la audiencia que buscan los que crean este tipo de contenidos.
Caras
Es normal que te hayas encontrado alguna vez con alguna de esas cuentas de deepfake de famosos en las que alguien está haciendo algo que no nos llamaría la atención si no fuera porque ese alguien es Keanu Reeves, Robert Pattinson o Margot Robbie (o cualquier famoso o influencer con suficiente audiencia).
Otro ejemplo: Robert Downey Jr.
Voces
Se copian caras y se copian voces, mejor dicho, se clonan voces. Es algo que ha dado de si para mucho meme (realizados con aplicaciones como Elevenlabs o Heygen).
Pero que empieza a ser algo común tanto en el mundo de la música como en el de actores y gente que vive de su voz.
Tenemos recientes varios ejemplos. La viralidad inesperada de una canción generada con IA con la voz de Bad Bunny que ha gustado más a los fans del artista que su último disco. O también la queja de Stephen Fry por el uso de su voz clonada para la creación de un audiolibro de la Harry Potter.
Todo a la vez
Pero también se puede usar cara y voz. Aunque es más complicado, se puede hacer. Y si bien ahora no es muy habitual, seguramente lo veremos más a medida que las herramientas para producir estos contenidos mejoren y se hagan más baratas.
Como ejemplo esta escena de la serie Makinavaja: el último choriso protagonizada por deepfakes de streamers famosos con las voces transcritas y clonadas de los propios streamers.
Enable 3rd party cookies or use another browser
Despedida y cierre
Y se acabó por hoy. Pequeño inventario de contenidos habituales. Es una forma de ordenar la pirámide con la que me tropiezo a diario. Cada día echo más de menos el internet de los años 10 (2010)…